El Proyecto de Aves Playeras Migratorias; una Década de Monitoreo Biológico en México

Desde hace 10 años, en el noroeste de México, el CICESE Unidad La Paz realiza monitoreo de aves playeras y sus hábitats, mediante el Proyecto de Aves Playeras Migratorias (http://migratoryshorebirdproject.org). El monitoreo es un componente crítico de cualquier proyecto de conservación, que permite medir los cambios en el número y condición de las aves acuáticas en cada sitio, detectar amenazas a las aves y sus hábitats y evaluar el éxito de las acciones de manejo. Con esos fines se desarrolló el programa de monitoreo de aves playeras más extenso de México y que este 2021 cumple sus primeros 10 años. El CICESE Unidad La Paz coordina este esfuerzo de monitoreo en 22 sitios prioritarios de México. Puesto que la mayoría de las aves playeras son especies migratorias y por lo tanto son recursos naturales compartidos entre varios países, su conservación requiere de la cooperación internacional y el esfuerzo coordinado entre los países del continente. Por eso, el monitoreo de las aves playeras y sus hábitats también se realiza en los sitios importantes de los 13 países del Corredor Migratorio del Pacífico, desde Alaska hasta Chile.

Cada año a mitad del invierno más de 50 voluntarios de 20 instituciones participantes llevan a cabo conteos de aves en parcelas fijas en cada humedal y donde además se documentan las condiciones del hábitat, perturbaciones humanas, presencia de aves rapaces y el tiempo.

En este año, en los sitios prioritarios de la península de Baja California hubo más de 80 mil aves playeras, de las cuales el pico pando canela (Limosa fedoa) y el playerito occidental (Calidris mauri) fueron las especies mas abundantes. Las actividades humanas han aumentado notablemente en la mayoría de los humedales y podrían impactar a las aves playeras y sus hábitats.

Los datos del monitoreo biológico y condiciones del hábitat se compilan en una base de datos llamada CADC y están disponible al público mediante dos aplicaciones en internet:

Contacto: epalacio@cicese.mx

Tomografía 3-D en la punta sur de la península de Baja California.

Tomo en 3D de la punta sur de la Península de Baja California.

Como parte del trabajo desarrollado en la Unidad, se elaboró una tomografía con tiempos de propagación de ondas primarias (P), secundarias (S) y su cociente Vp/Vs en el extremo sur de la península de Baja California. La imagen tomográfica obtenida, revela con mucho detalle las heterogeneidades de la estructura sísmica de velocidades del bloque de Los Cabos. Las imágenes muestran que la corteza, en general, es de velocidad lenta para ambas ondas P y S bajo la península hasta una profundidad de unos 25 km. Particularmente lentas son las ondas bajo la Sierra de la Laguna y en las inmediaciones de la costa del Golfo de California. Velocidades bajas también son detectadas dentro del Golfo cerca de la costa mientras velocidades rápidas están presentes lejos de la costa. Se observa una alternancia entre entre los cocientes de Vp/Vs en toda la zona de estudio. Estas velocidades sísmicas lentas pueden ser explicadas debido a que la corteza se encuentra muy fracturada por diversos sistemas de fallas (V. Gr. falla de San José del Cabo, falla de Los Barriles) y sobre saturada de fluidos junto con un flujo intenso de calor que es manifestado en superficie como actividad geotérmica (V. Gr. manantiales calientes dispersados por todo el bloque). Estas velocidades de ondas de cuerpo lentas coinciden con la existencia de manto astenosférico atrapado entre la corteza y un remanente de una peleoplaca subducida y desacoplada de la superficie que ha sido ampliamente reportada por múltiples investigadores (V. Gr. Di Luccio et al. (2014)). Esta porción de manto emparedada entre la corteza y la paleoplaca subducida podría estar químicamente empobrecida y/o seca inhibiendo el desarrollo de actividad volcánica intensa en esta zona de la península.

Sismos y huracanes

Henriette-Cerralvo

La península de Baja California ofrece algunos de los paisajes más prístinos de México. Con una longitud de 1300 km y un ancho de (45-240) km, está separada del territorio continental de México por el Golfo de California (GoC, Sedlock, 2003). Tectónicamente, GoC es un sistema de rifting oblicuo que presenta una intensa sismicidad en el sistema de transformación. Además, esta región del mundo es propensa a ciclones tropicales como huracanes. Los huracanes del Pacífico azotaron la parte sur de la península de Baja California con mayor frecuencia durante la segunda mitad del siglo XX. Los huracanes impactan enormemente la parte sur de la península de agosto a septiembre. Durante los últimos quince años, catorce huracanes azotaron la península de Baja California. Algunos de ellos bajaron su fuerza al acercarse a la península, aterrizando como tormentas tropicales. A pesar de los avances en la prevención de desastres, hay muchos aspectos de los peligros naturales que aún son impredecibles. Debido a su comportamiento incierto, la mitigación y la respuesta de emergencia resultan ineficaces en muchas situaciones. Los terremotos y huracanes representan dos problemas importantes de prevención de desastres, que no siguen los protocolos complementarios de preparación para emergencias. En México, si se siente un terremoto o se recibe una alerta temprana, la mayoría de los planes de respuesta de emergencia requieren la evacuación de los edificios, mientras que, en presencia de huracanes, se recomiendan acciones opuestas. Surge una gran preocupación si ambos eventos coinciden. Presentamos un estudio de caso cuando el Terremoto de Cerralvo (Mw = 6.1) ocurrió el 1 de septiembre de 2007 cuando un Huracán de Categoría 1 (Henriette, 2007) azotó La Paz, Baja California, península durante la secuencia de réplicas. Durante la advertencia de huracán, varias réplicas golpearon la ciudad. Problemas adicionales empeoraron la situación ya que las estaciones sísmicas estaban fuera de comunicación porque las condiciones climáticas influyeron en la telemetría en tiempo real. Por lo tanto, no fue posible una ubicación precisa del terremoto y la ubicación preliminar de los epicentros de réplicas del Servicio Sismológico Nacional de México (SSN) fue inexacta.